viernes, 11 de enero de 2013

Mientras Duran atacaba a los andaluces y al PER, Unió «ponía la mano»



El portavoz del grupo parlamentario de la Izquierda Plural y diputado de IU por Sevilla, José Luis Centella, ha recordado este miércoles, al hilo del 'Caso Pallerols', las críticas del líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, a los andaluces que se beneficiaban del antiguo Plan de Empleo Rural (PER) y ha destacado que, mientras Duran atacaba a sus paisanos, su partido «ponía la mano» para obtener dinero de manera ilegal.

Así se ha pronunciado Centella, en declaraciones a Europa Press, tras criticar el acuerdo al que han llegado con el fiscal para evitar la cárcel los acusados en el caso de financiación ilegal de la formación democristiana catalana.

A su juicio, éste es «un mal precedente» que no puede saldarse sin la asunción de responsabilidades políticas, puesto que es la primera vez que un partido asume colectivamente que se ha financiado con dinero que no le correspondía.

Aunque ha recordado que Duran avanzó hace doce años que si se demostraba que su partido se había financiado ilegalmente dimitiría, Centella considera que es Unió la que debe «poner nombres y apellidos a esas responsabilidades políticas».

Eso sí, no ha dejado pasar la oportunidad de recordar que Duran fue «muy duro con las subvenciones públicas de otras partes del Estado», en referencia a las ayudas a los agricultores andaluces, mientras su partido «ponía la mano» para quedarse con dinero de fondos europeos.

En concreto, en octubre de 2011 Duran afirmó: «No tenemos nada en contra del resto del Estado, ni contra los payeses de ninguna otra comunidad, pero volveré a decir que no hay derecho a que mientras un agricultor catalán no puede coger alguna fruta porque no le sale a cuenta, en otros sitios de España, con nuestra contribución, reciban un PER para que pasen el resto de la jornada en el bar de su pueblo».

1 comentario:

KRATES dijo...

Y yo puedo añadir algo más: antes de que a esto (el catalanismo) se le pudiese considerar como «racismo», o algo parecido... Pues, ¡no lo es! Es literalmente hablando: «egoísmo infantil».