viernes, 10 de agosto de 2012

Seamos generosos

La Insignia, 8 agosto 2012, 14:20

Fernández Díez, ministro de Interior, afirma que la policía y la guardia civil han recibido la orden de detener a los militantes del SAT y a los desempleados que participaron en la acción de Écija y Arcos de la Frontera. ¿Expropiar comida para dársela a los pobres? Inadmisible. Si todo el mundo hiciera lo mismo, dice Fernández, «esto sería la ley de la selva». Como si no lo fuera ya. Como si millones de personas no estuvieran bajo el umbral de la pobreza, sin futuro, sin esperanzas, sin trabajo, casi muertos en vida.

Más interesantes que las palabras del ministro son las de María Moretó, portavoz de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), aunque sólo varían en el estilo: si todo el mundo hiciera lo mismo, «se llevaría a cabo (sic) la ley de la selva». Caramba. Menos mal que se trata de la Unión Progresista de Fiscales y no de la Unión Franquista de Fiscales o de la Unión Aristocrática de Fiscales. «¡Que coman pasteles!», vuelve a gritar María Antonieta. Pero en fin, así son nuestros socialdemócratas. Quitar a los ricos para dárselo a los pobres es «una barbaridad», gruñe Griñán, presidente de Andalucía.

Por algún motivo, me ha venido a la cabeza que la UPF, como otros colectivos del régimen bipartidista en su sector rosado, está entre los convocantes del 15S. La famosa Cumbre Social. O como lavar la cara del PSOE entre bastidores porque si la asoma claramente, se la parten. Recordémoslo el 15 de septiembre; por lo menos, los que ya vivimos en la ley de la selva. Y por favor, seamos generosos: hagamos que el cuello de los Fernández, las Moretó y los Griñán llegue sano a 1789.

Jesús Gómez Gutiérrez

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