domingo, 24 de julio de 2011

Por una revolución mundial antinuclear

Alex es un francés que vive en Japón desde hace diez años, y está conociendo en persona las consecuencias del desastre nuclear de Fukushima. Denuncia las mentiras de los gobiernos japonés y francés (el principal promotor de este tipo de peligrosa energía).

Nos habla del suicidio de un granjero nipón que lo ha perdido todo o de la insensatez de obligar a ir a la escuela a los niños de la zona con un dosímetro al cuello (en vez de evacuar la región), o de los miles de millones de Bq arrojados a la atmósfera y al oceáno con el peligro que entraña.

Además de hacer un atroz ataque a la dependencia de la energia nuclear de su país, Francia, y a los mafiosos de sus gobernantes. Un país que es el que más reactores nucleares tiene del mundo. Como dice al final a sus compatriotas:

«¡Si revienta una central nuclear no queda nada! Los granjeros se ahorcan, la leche es radiactiva, se acabaron los viñedos, se acabaron los niños, se acabó todo. Sólo quedarán dosímetros que hacen ¡bip, bip, bip...! en este puto planeta. Franceses [o de cualquier otro país], hay que despertar. Os necesitamos en esta guerra.»

Para poderlo ver traducido al castellano, pulsar el icono [CC].

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