Ejemplar fotografiado en la Cerdaña
Se constata la presencia regular de lobos en Cataluña, después de su extinción por el año 1929. En la sierra del Cadí-Moixeró, y comarcas aledañas, se concentran el mayor número de citas. Se tiene identificados unos once ejemplares, aunque no superen la media docena juntos al año. Lo más llamativo es su procedencia, según estudios genéticos hechos a sus heces y pelos estos lobos no son ibéricos (Canis lupus signatus), provienen del otro lado de los Pirineos y pertenecen a la variedad o subespecie italiana (Canis lupus italicus). Buena señal para el caso en que ambas variedades lleguen a cruzarse si nuestra subespecie endémica se desplaza más al Este, desde tierras navarro-riojanas, porque siguen siendo la misma especie.
De la misma manera que en estas últimas décadas el lobo ibérico ha tenido una mayor expansión en el cuadrante norocidental de la Península Ibérica, el lobo itálico ha tenido la suya hacia el Norte, siendo detectado ya en los Alpes franceses en 1992. Ha repoblado varias zonas de Francia y Suiza, alcanzando los Pirineos por el año 1999. Y ya adentrándose en el Prepirineo catalán.
Sólo faltaría tener que escuchar a los nacionalistas catalanes ensalzando la «no españolidad» de sus lobos. Y puedan llegar hasta el supuesto absurdo de impedir el mestizaje.
Macho avistado en la sierra del Cadí
con un pelaje más típico boreal
con un pelaje más típico boreal
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